Una obra del maestro Armando Reverón empieza a cotizarse en el mercado mundial del arte a partir de los 250.000 dólares. Si se toma como punto de partida esta cifra, el valor de las 38 piezas de la Galería de Arte Nacional que viajaron a Moscú para ser expuestas en la galería Tretyakov sería aproximadamente de 9.500.000 millones de dólares.

De este monto, se asegura entre 0,75 y 1,5% del costo de las obras, que según su importancia puede variar en el mercado. Por ejemplo, un coleccionista pagó 529.000 dólares en 2007 por adquirir, en una subasta de Sotheby's, la obra Paisaje de Macuto, del pintor de la luz.

"El valor de la obra, que sea menos importante de Reverón, está entre 250.000 y 300.000 dólares. Cualquier agencia de seguros en Venezuela puede responder por las obras. Yo uso aseguradoras estadounidenses. Asegurar un lote tan grande como el que va a salir del país significa mucho dinero", afirma la experta en el mercado del arte Odalys Sánchez de Saravo acerca de las más de 138 piezas que saldrán de las bóvedas de los museos venezolanos a Rusia, Corea del Sur y Brasil.

Sin embargo, se trata de un Patrimonio Cultural que no tiene precio. Son obras cuyo valor va más allá del monetario. Por ejemplo, para la directora de la Casa de Subastas Odalys la pieza La cueva de Reverón es una obra insustituible.

"¡Es incalculable! Se trata del alto valor de la memoria colectiva del venezolano. Prestar este tipo de obras es una osadía, es jugar con las probabilidades. Me parece, en el mejor de los casos, la mayor insensatez, que se puede realizar. Sacar simultáneamente tantas obras luce estratégicamente arriesgado".

Sin embargo, el experto en traslado de obras de los museos nacionales, con más de 30 años de experiencia, César Rodríguez, asegura que el número de obras que Venezuela sacará del país es totalmente normal.

"Es normal que se presten obras en tan corto tiempo, eso significa que están interesados en conocer nuestro patrimonio. No hay ningún tipo de insinuaciones ni de intensión de robo. De Venezuela están saliendo siempre obras de Jacobo Borges y Carlos Cruz-Diez a Estados Unidos. Van completamente aseguradas, y el país que solicita paga todos los trámites", dice quien trasladó las obras de Reverón a la aduana para que viajarán a Moscú.

Rodríguez afirma que las piezas están saliendo con todos los permisos requeridos. "Cuentan con la aprobación del Seniat, la Cancillería y el Instituto de Patrimonio Cultural.

"Si las obras no cumplen con estos requisitos no sacamos las piezas de los museos. Si los tienen, diseñamos un embalaje para el traslado. Se les entregan las cajas al museo y se hace el reconocimiento in situ. Las obras van a la aduana escoltadas por seguridad del museo y la Guardia Nacional. Una vez allí, las metemos en un cuarto de valores custodiados, hasta que son montadas en el avión. Las obras viajan con personal del museo. El mismo procedimiento ocurre de regreso al país", concluye.